lunes, 21 de febrero de 2011

"Peregrino", poesía dedicada a Saturnino Martínez

Peregrino
Te vas guerrero valiente
La batalla ha terminado
Te vas en carro de fuego
Por ángeles escoltado

Te vas porque Dios lo quiere
Te necesita a su lado
Quiere ofrecerte su mano
Que da reposo al cansado

Aún recuerdo los días
Hace ya bastantes años
Visitando nuestra iglesia
Que apenas ha comenzado

Los viajes con Anita
Y tu exquisito cuidado
Los campamentos en Pinos
Que tanto han aportado
A la vida de los nuestros

¡Aún hoy lo recordamos!
Encontrarlo cada año
En Trafalgar el primero
Y llevando siempre a su lado
A su hermano y compañero

Y si tenías la suerte
De verlo antes de entrar
El café gratis, era parte
Del estratégico plan.

Decidió dejar su patria
Para venir al Hogar
Son su amada y pocas fuerzas
Mas decidido a ayudar.

Ha consumido su vida
En aras del Evangelio
Con el celo de la Palabra
Y testimonio certero.

Ha gastado una y mil veces
Los minutos de su tiempo
Las horas meses y años
Consolando y convenciendo

Ha recorrido caminos
Que otros no hemos andado
Caminos de sufrimiento
De esplendor y de milagros

De ver cómo las personas
Ardían con fuego vivo
Al escuchar la Palabra
Fielmente cada domingo

Milagro de ver a hombres
Y mujeres redimidos
Abrazar el llamamiento
De compromiso y servicio

Milagro de vivir la vida
Con Cristo comprometido
Diciendo como el apóstol
“Ya no soy yo el que vivo
Sino Cristo en su poder
El que transforma la vida
Y viene a vivir contigo”

Siempre ha sabido sacar
Lo bueno de cada gente
Aprendiendo a contentarse
Con lo que Dios proveyera

Ha sido ejemplo de fe
Fidelidad y servicio
Ha sido ejemplo de amor
Ofrecido al desvalido

Ha demostrado en su vida
Ser un hombre talante
Serio cuando hizo falta
Consejero y divertido

Esa es la larga vida
Que ha vivido Saturnino
Llena de goces y sombras
Y con un firme destino

Llegar primero a la meta
Y por fin lo ha conseguido.
Medalla para el vencedor
Y corona de platino

Dos cosas quiero dejar
Recordando a Saturnino
Hombres y mujeres fieles
Que tengan claro el destino
Son buscados como antaño
En el siglo veintiuno.

La otra cosa es que el valor
Es requerido en la lucha
No me avergüenzo de ser
De los que creen la locura
Que el Evangelio es Poder
Para todas la criaturas.

Hoy digo adiós a mi hermano
Sintiendo el hueco que deja
Y animando a los presentes
A seguir con dicha Empresa.

Autora: Loli Duque (usada con permiso).
(Poema leído en memoria de Saturnino Martínez en Linares doce de Febrero de dos mil once).

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