lunes, 25 de abril de 2011

Noticias de Gabriel Sánchez- (1.934)

Mientras en España se producía "La Revolución de 1934 o huelga general revolucionaria en España de 1934" (5 a 19 de Octubre de 1.934) el obrero del Señor, Don Gabriel Sánchez escribía desde Sepúlveda (Segovia):



“ Hemos gozado mucho de la visita del señor Melbourne estos días atrás, que ha venido desde Madrid con una bicicleta para acompañarme en algunos viajes. Primeramente tuvimos reunión animada en Navares, donde los ya bautizados continúan bien y hay varias almas con interés. Entre estos hay un señor anciano que creemos ya salvo, pues tiene mucho gozo en la lectura de las Escrituras y las revistas evangélicas que recibe. Estuvo en Madrid anteriormente y conocía nuestros cultos allí.
De Navares salimos para Aldeanueva donde el sacristán, que es amigo, nos acompañó en repartir tratados y hablar a la gente y a los señores maestro y maestra en las escuelas. Luego nos invitó a su casa a comer, teniendo un buen rato de explicación con algunos himnos en su casa.
Pasamos luego por Pradales, que trabajamos con tratados, y de allí continuamos hasta Honrubia donde visitamos a una señora que demuestra interés, por haber estado en dicho pueblo un colportor, quien le vendió una Biblia. Se nos presentaron buenas oportunidades en ese pueblo.
Más allá en Villalvilla, como la vez anterior cuando fui solo, celebramos una conferencia en una sala del Ayuntamiento, donde una gran muchedumbre nos escuchó con gran atención, invitándonos algunos después a comer en muy amigable simpatía. Llamó mucho la atención la música del violín y arpa del sr. Melbourne. En otro pueblo, Villaverde, el alcalde no nos permitió hablar, alegando el estado de guerra.
Después pasamos más allá, a Montejo, y luego a Fuentecésped, donde nos enteramos de que el cura había mandado romper los tratados cuando un día pasó un colportor por allí. Continuamos hasta Aranda del Duero, en la provincia de Burgos, donde por las condiciones que en esos días de revolución regían, no podíamos hacer mucho; pero a pesar de todo, dejamos bastante semilla sembrada en esa población de 12.000 habitantes.
Volviendo hacia casa, visitamos otros diez pueblos, repartiendo, conversando y visitando según el Señor nos ayudó y permitió. Él sin duda recogerá el resultado en bendición...”


(Revista “El joven cristiano”, Noviembre de 1.934)

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