lunes, 21 de enero de 2013

Comienzos de la obra evangélica en Fuerteventura. (Informe de 1.976)

“Salimos de la iglesia del Señor en Telde (Gran Canaria) para la isla de Fuerteventura a la obra, sintiéndonos llamados a ella. Era el 24 de junio del año 1.968. En medio de grandes dificultades, pues algunos hermanos no creyendo que fuera la voluntad del Señor para nosotros se oponían; no porque nos dejaran de amar, sino pensando en las dificultades que la isla presentaba y además porque tendríamos que estar solos sin el aliento y comunión de ellos, pues en aquella fecha nadie había aquí con un testimonio permanente.
Pasados seis meses, en enero del año 1.969 fuimos encomendados a la gracia del Señor, por la iglesia de Telde.
Nuestro primer tiempo aquí fue muy difícil, pero nunca nos faltó la ayuda y bendición del que nos llamó, siendo Él tan fiel como lo fue con su pueblo Israel en el desierto; suministrándonos la porción de cada día, tanto espiritual como la material, que como hijos necesitábamos.
La obra se empezó haciendo amistades con las personas y vecinos más cercanos, los cuales de pronto nos abrían las puertas con mucho gusto; pero esto sólo fue hasta que supieron quién éramos y el sobrenombre que asustaba enormemente a todas las persona (Protestante).
Seguimos la amistad de aquellos que no nos cerraron las puertas, y así tres largos años, visitando y tratando de hacer cuantos contactos nos fueran posibles.
Como reunión en nuestra casa fue la Escuela Dominical, ya que nos fue más fácil reunir niños, y gracias al Señor muchos fueron los que venían, quedando algunos hasta el día de hoy.
En cuanto a la obra entre los adultos; el primero fue un señor, patrón de un barco de cabotaje, que recibió el evangelio, pues era el que nos trajo los utensilios a esa isla, él es nativo de aquí, no se avergonzaba de visitarnos siempre que estaba en el puerto, siendo fiel a la palabra desde que la conoció.
A los tres años una señora, Carmen Hernández, tras ella su hija, otro señor con su esposa, y así han seguido sumándose a la lista un pequeño grupo de creyentes que el Señor ha levantado en este lugar.
El primer bautismo fue el de nuestra hermana Carmen Hernández. A los dos años, el 15 de agosto de 1.975, cuatro más; habiendo quedado otros con el deseo de hacerlo, pero impedidos por muchos problemas conyugales.
En total somos siete bautizados; además de éstos un buen grupo se reúne y están creciendo en el conocimiento de la palabra.
Los cultos ya están normalizados, pues al principio tuvimos que hacerlo por la noche, debido al temor de la gente.
Los domingos tenemos E. D. a las 10,30 de la mañana, luego la Santa Cena a las 6 de la tarde, los miércoles, estudio bíblico y viernes culto de oración. Todo esto ungido a la visitación y estudios en los hogares fuera y dentro de la capital; cosa ésta que ha dado muy buenos resultados; ya que tenemos oportunidad de conocer más de cerca los problemas de cada familia que tratamos.
Al llevar la palabra, siempre hemos usado la Biblia católica-romana, ya que las personas consultan al cura si pueden leerla, y viendo que es su editorial y la versión N. C. ha dicho siempre que la pueden leer; esto ha echado muchos prejuicios fuera de las gentes. También ofrecemos literatura toda la que podemos, acompañada por una palabra de estímulo.
El problema más urgente que tenemos es un local apropiado, ya que los cultos son en nuestra casa, siendo múltiples las incomodidades. Si bien ya tenemos un solar en un sitio bastante céntrico, donde en la voluntad del Señor deseamos empezar, pero aún no tenemos el plano.
Estamos procurando establecer cultos de señoras en las casas de las hermanas, con el fin de poder alcanzar a las que por miedo no vienen a nuestra casa.
Debido a la descolonización del Sahara Español, muchas personas que trabajaban allí, así como fuerzas militares han venido a establecerse aquí, aumentando así la población de la isla. Oren por nosotros y los creyentes aquí; para que podamos llevarles el mensaje a tantas almas que lo necesitan.
Las circunstancias más favorables que vemos, al ver que en este año entramos en los últimos veinticinco años del segundo milenio después de Cristo son:
Positivos:
a)   Que los problemas de nuestro planeta nos acercarán más al Señor, viendo el cumplimiento de Su palabra.
b)   Que actualmente gozamos de una libertad que antes no teníamos.
c)   Que los medios de comunicación, radio, televisión, etc., pueden hacer que el evangelio llegue a todos los lugares con más rapidez.
d)   Las vidas cristianas alumbrando en plenitud, pueden alcanzar un área muy extensa.
 
Negativos:
a)   Falta de obreros.
b)   Falta de vocación y espíritu de servicio en los creyentes.
c)   Materialismo en la iglesia.
d)   Encarecimiento en todos los medios de comunicación para la extensión del evangelio.
e)   Una sociedad desmoralizada y desorientada.
 
En resumen, el resto del segundo milenio se presenta a nuestra vista muy oscuro, amenaza de hambre, sediciones, desempleo. Y un constante foco de inquietudes que viene de oriente.
En cuanto a la obra en las islas vemos que muchos puntos, especialmente las capitales de provincias, como son Santa Cruz de Tenerife y las Palmas de Gran Canaria tienen iglesias establecidas de varias denominaciones; aunque ésta última capital Las Palmas, centro, no hay nada; por cuanto las iglesias que hay están más arrimadas al puerto de la Luz, y la iglesia de Ciudad Alta abarca una gran área pero no la Ciudad Baja. Dándonos mucho que pensar ver la ciudad tan grande y tan poco testimonio. Así como islas que no tienen obreros permanentes; que son La Palma y Lanzarote, aunque están siendo atendidas por obreros de otras islas.”

 

Escrito por Francisco Ortega.

 

(Artículo publicado en la revista “Edificación Cristiana”, Núm 2, Año 1.976)

 

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