martes, 3 de septiembre de 2013

Enrique Angurell Martí (1.897-1.968): In memoriam


 
"El día 23 de abril de 1.968 partió a la presencia del Señor, a los 70 años de edad, nuestro hermano don Enrique Angurell Martí, muy conocido en los medios evangélicos, no tan sólo de Barcelona, sino de toda Cataluña y aun de España.
Muy apreciado por su dedicación constante en pro del evangelio y muy amado por todos cuantos lo conocíamos, por su carácter tan amable, bondadoso y presto siempre a cualquier servicio para la causa de su Señor. Demostración palpable de esta simpatía hacia él y su familia fue el acto del entierro, al que acudieron centenares de personas, no tan sólo creyentes, sino también amigos y simpatizantes que llenaron completamente la Capilla de calle Teruel y luego el amplio recinto del Cementerio Protestante.
Fue una magnífica ocasión para testimoniar de nuestra fe a muchas personas que, conociendo el sencillo y limpio testimonio del hermano Angurell Martí, podían ser exhortados con toda propiedad a seguir los caminos de Dios. Los mensajes estuvieron a cargo de don Daniel González, en la iglesia y don Antonio Martínez, en el Cementerio. Hemos de pedir que el Señor bendiga este último testimonio dado por nuestro amado hermano aquí en la tierra.
 
Breves notas biográficas:
Don Enrique Angurell Martí nació el 29 de junio de 1.897, en Barcelona, en el seno de una familia cristiana; de joven conoció y aceptó a Cristo como su Salvador personal, siendo bautizado el día 8 de junio de 1.913, en la Iglesia de la calle San Gabriel, ahora en Calle Teruel, 22.
Formaba parte del Consejo de Ancianos de esta Iglesia, y en la actualidad tenía el número 15 de orden de miembro de la misma, siendo, pues, de los más antiguos.
De joven asistió a la Escuela Evangélica Diaria, de la calle San Gabriel, siendo su maestro don Enrique Agraz.
En 1.930 colaboró en los inicios de la Obra en Calella y Pineda, poblaciones de la costa catalana.
Fue director de la revista "Verdades", dedicada especialmente a los niños evangélicos, publicada de 1.932 a 1.936, en que cesó su aparición con motivo de la guerra civil. Cuando sobrevino ésta, y fueron cerradas las Iglesias, continuó su labor evangelística, y a principios de 1.937 abrió su hogar, donde se celebraron cultos todos los domingos. Asimismo, al final de la guerra civil española se reanudaron los cultos en su domicilio de calle San Gil, teniendo os de la tarde un carácter marcadamente juvenil, congregándose jóvenes de todas las denominaciones, incluso de poblaciones del contorno, como Tarrasa, etc., y se fomentó el amor y la comunión por encima de barreras denominacionales. Estos cultos, de los que muchísimos jóvenes de entonces guardan un gratísimo recuerdo, continuaron por espacio de 6 años.
Colaboró en la formación de la Iglesia en Villanueva y La Geltrú en el año 1.946, en la fundación de la cual tanto laboró su hijo mayor, Enrique, hasta el año 1.952, y en la que continuó colaborando con don Antonio Martínez, quien actualmente lleva la Obra.
Recientemente colaboraba en la Iglesia en Igualada, obra iniciada hace tres años por un grupo de jóvenes de la Iglesia en calle Teruel, y que Dios bendice, a pesar de las dificultades.
Fue un gran defensor de las actividades juveniles y de la responsabilidad de los mismos. En este sentido fue un inconformista, un hombre que luchó contra los tradicionalismos y que procuró servir a su Señor, pero en la circunstancias del día, no del siglo pasado, y siempre dentro de la más pura ortodoxia cristiana."
 
 
(Publicado en la revista "Edificación Cristiana", mayo-junio de 1.968)
 
 

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