Una de nuestras hermanas españolas tuvo acceso
a un joven muy enfermo, al que ella había conocido cuando era niño y pudo
llamar su atención a los asuntos de su alma, y presentarle a la srta. Gieser,
cuyas palabras el pobre muchacho "bebió". Creyendo que estaba a punto
de morir el cura llegó para impartir "los últimos sacramentos" pero
él murió al día siguiente con las palabras "Jesús, Jesús", en sus
labios.
Así son algunos de los casos que nos
encontramos aquí, pero no tenemos espacio para mencionar otros no menos
interesantes. Como ocurre en otras formas de ministerio, los oyentes son muy
atentos, y muchos se muestran interesados, pero aquellos que creen con el
corazón y confiesan con la boca al Señor son pocos.
Nos gozamos en el Señor de que tenemos
reuniones con buena asistencia, a pesar de los romanistas, libre pensadores e
incrédulos, y en ellas hay una gran atención y el orden siempre prevalece. Las
dificultades de aquellos que están convencidos son inmensas, porque la pobreza
es tan grande que si un hombre tiene un puesto de trabajo no lo pondrá
fácilmente en peligro ya que no tendrá perspectivas de otro.
Muchos nos dicen cuanto desean identificarse
con nosotros; pero sus circunstancias les previenen, por ejp., un hombre, hace
poco, dijo después de una reunión, "les agradezco con todo mi corazón por
todo lo que están haciendo en este distrito; yo envío a mi pequeña hija a la
escuela y voy a las reuniones cuando puedo, y sería uno de vosotros pero mira
esto" -y señaló su uniforme de policía. Otro que asiste regularmente me
llamó aparte y me dijo: "en el aniversario de la muerte de mi padre hasta
este año he pagado por una misa por su alma; pero a raíz de venir aquí veo que
eso está equivocado, pero aún respeto la memoria de mi padre y desearía dar
algo aún. Mi esposa y yo ahora desearíamos ofrecer esto a vosotros para usarlo
en alguna buena obra." Habiéndonos asegurado con él de que no asociaba
este regalo con ningún beneficio del fallecido, acepté su ofrenda, un dólar,
para pagar el alquiler del local. Él es ahora un honesto buscador. Ha costado
que estas personas vean el error de orar y ayudar a los muertos; pero cuán
penoso es pensar que mientras los españoles católico-romanos están escapando de
estas cosas, los ingleses que han leído Hebreos y Gálatas ¡son tan tontos de
abrazarlas! Un hombre referido en nuestro último informe aún viene a veces,
pero no ha tenido la fuerza de romper con la oposición del mundo. La aceptación
del evangelio para él significaría el abandono de todo y seguir a Jesús.
Ocasionalmente veo a un miembro influyente de la aristocracia en nuestras
reuniones, es muy atento y devoto; pero se sienta en uno de los últimos asientos
y es uno de los primeros en marcharse. Oigo que hace lo mismo en otras
capillas. Estamos seguros que en Madrid, como antaño, hay una multitud de
personas que creen, pero "secretamente por temor a los judíos", es
decir, sus compatriotas, y por eso no "confiesan a Cristo".
Nos hemos referido a varios que se han ido por
haber fallecido; hay otros cuyas circunstancias les ha obligado a abandonar
Madrid, no solo a otras provincias, sino a Sudamérica, México, y los Estados
Unidos; confiamos en que ellos extiendan la luz de la verdad allá donde
estén...
(Continuará)
Fuente de la información: Centro de
Documentación Evangélica, Toral de los Guzmanes, León.
Foto cortesía de Alex Quintero.
Estos informes de Fenn no constan en
otro Archivo en el Reino Unido o España.
(Traducción del inglés realizada como trabajo
voluntario)